martes, 9 de agosto de 2011

You can't start a fire without a spark.

Antes de nada... quiero daros las GRACIAS por los comentario de 'The last song'. Sé que a muchas no os gustó que matara a Harry y que por consiguiente hiciera que Doug se suicidara, pero muchas me habeis dicho que ha sido una forma de "valorar" lo que ellos significan para vosotras. Me gustaría saber quiénes me han dado esos 'No me gusta', pero como nunca salen pues... tampoco lo pediré. Solo diré que gracias de nuevo a los que me dieron un 'Me gusta' y muchísimas más a los qu eme comentaron.
Y nada, aquí os dejo con un nuevo OS... a ver qué tal os parece este...



Dougie no está, y odio esta maldita sensación de sentirme solo. Sé que no lo estoy, tengo a Danny, tengo a Tom... pero me sigue faltando el enano. Hay que ver lo que le quiero con lo pesado que es el cabrón...

Pero allí estará mejor. Le ayudarán, y cuando vuelva, volverá siendo él. Volverá siendo el pequeño y destartalado bajista que yo conocía y tanto echo de menos, a pesar de que tan solo son tres días los que he pasado sin él.

Parece increíble lo que se puede querer a una persona, bueno, tenerle cariño, porque querer... el significado de querer es demasiado grande. Para mí, decir te quiero es englobar una serie de sentimientos que, sinceramente, yo no siento... hacia él precisamente.

Eso solo podría decírselo a mis padres, a mi hrmana, a Izzy... Aunque últimamente las cosas con Izzy no están del todo bien. Sabe que estoy mal, y también el porqué, obviamente. Últimamente todo me molesta, cualquier comentario, y eso hace la convivencia imposible.

Por eso mismo ha decidido marcharse unos días con su familia. Los días necesarios para poder reorganizar mis pensamientos, o por lo menos intentar cambiar mi humor de perros, porque ni yo mismo me soporto.

Supongo, o al menos es lo que espero, que cuando salga, cuando vuelva a estar conmigo, yo vuelva a ser el Harry por el que la gente me conoce. Lo cierto es que me incomoda, y mucho, esta nueva sensación.

Me siento solo, vacío... sí, me falta algo dentro. Joder con el enano, las cosas que me hace pensar, el jodío...

Estoy tumbado en mi cama, mirando el blanco techo, aunque he descubierto una extraña forma que no había visto en los... años que llevo viviendo aquí. No es que esté sucio, pero es... extraño.

Y de nuevo pensando cosas raras. ¿Se puede saber qué me pasa? Va a ser verdad eso que dice Danny de que me estoy volviendo loco. Pero supongo que eso no importa demasiado. Un nuevo loco en McFly ¿Cuál es el problema?

El timbre empieza a sonar, pero no me apetece nada ir a abrir. Ojalá tuviera un botón en la habitación para abrir la puerta directamente... Esos pensamientos los solía tener Dougie, pero igual éstos se han trasladado por arte de magia a mi cerebro, para intentar suplantar el hueco que él mismo ha dejado.

No dejan de tocar al timbre, y puedo hacerme una ligera idea de quién es... más bien puedo afirmar que es Danny. Sí, el tonto del grupo, pero qué se le va a hacer... Las fans pierden el culo por él, aunque no sé qué le ven a parte de pecas.

Me levanto a desgana de la cama y bajo todo lo lento que puedo las escaleras. Cuando llego al piso inferior me doy cuenta de que la noche ya ha caído. El tiempo pasa y ni me entero. Penoso...

Abro la puerta y allí me lo encuentro, el pecoso. Viste una camiseta gris con un escote tan grande que si lo llevara una mujer se le vería completamente todo, lo acompañan unos vaqueros, también grises, aunque de un tono más oscuro.

Me sorprendo nuevamente analizando la ropa que lleva, pero la chupa de cuero me indica que no me llevará precisamente a casa de Tom a ver una película de Disney. Además, ahora que le miro a la cara, veo que me mira con una sonrisa ya triunfante sin haber conseguido ni siquiera un “Guapo” por parte de ninguna de las desconocidas chicas con las que piensa liarse.

  • ¿Piensas venir así de hecho mierda? -dice al ver mis pintas.

La verdad es que no me había parado a pensar en aquello, pero es Danny. No es la primera vez, para nada, que me ve en gayumbos. Puedo darle la razón en lo de que no tengo ni idea de cuanto llevo sin pisar la ducha pero ¿a caso esperaba más?

  • ¿Se puede saber dónde quieres llevarme? -pregunto incrédulo.
  • Lo sabes de sobra -me dice, y yo me limito a enarcar una ceja, gesto que vuelve loca a alguna que otra fan- ¿A dónde te va a llevar Danny Jones sino a liarse con un par llevando la chupa de caza, Haz? Parece mentira que me conozcas de hace ocho años -dice autoinvitándose a pasar.

Observo como, sin decirle nada, se pasea por mi casa como Pedro por la suya, se va a la nevera y coge un par de cervezas. Pensaría que me va a ofrecer una si, como él mismo ha dicho, no le conociera de hace ocho años.

  • ¿Tengo que recordarte que yo estoy con Izzy? -le pregunto mientras me cruzo de brazos mirando como se tumba en MI sofá, enciende MI tele y pone los pies en MI mesa.
  • Bah, acepta que lo vuestro está acabado, Harry. No la habrías dejado ir si la quisieras.
  • ¿Pero tú que te has fumado ya? Que se ha ido con su familia, Dan ¡con su familia!
  • Eso dicen todas y después... ¡pam! Te enteras que está saliendo con otro. Eres demasiado inmaduro, esto del pollito te está afectando mucho -dice acercándose a mí y pasa sus brazos por encima de mis hombros.
  • Pues por eso mismo, Danny. Así que te vas tú solo a destrozarte aún más si puedes el hígado y a tirarte a la primera que te enseñe más de lo que su madre piensa que hace cuando sale de su casa -digo y lo aparto de mí con un pequeño empujón en sus costillas.
  • Sabes que al final acabarás viniendo -me dice sonriente.
  • Sabes que al final acabarás llevándote una hostia -le advierto yo.
  • ¿Eso es un sí? -pregunta esperanzado.
  • Eso es un no -respondo yo serio.
  • Jo... -se queja.
  • Pídeselo a Tom -le ofrezco, y ahora es él el que alza una ceja- Vale, Tom no es una buena idea -admito- Pues vete con otro, Dan, yo... no puedo -murmuro.
  • Si estuviera Doug vendrías -me replica.
  • A tí no te importa lo que coño haría si estuviera o no.

Me alejo de él. Odio que me recuerde que no tengo a Dougie al lado. Lo sabe, y a ún así lo hace para sacarme de mis casillas. He aguantado las ganas de partirle los dientes de un puñetazo solo porque sé que después me arrepentiré.

Subo las escaleras mucho más rápido que antes, pisando fuerte, pero es que realmente me ha cabreado ese comentario. Si no fuera porque también es importante, definitivamente habría estampado mi puño en su careto.

Me meto en el baño directamente, me deshago de la única prenda de ropa que llevo y me meto en la ducha. Dejo que el agua corra por mi cuerpo e intento relajarme aunque me cueste horrores en estos momentos.

Salgo después de media hora mojándome. Empapado como estoy y arrugado como un viejo, me dirijo con tan solo una toalla anudada a la cintura hasta mi habitación. ¿Hago o no caso al pecoso?

Si me voy con él le dejaré bien claro que simplemente voy por hacerle un favor y... por intentar ser yo por un par de horas. No pienso emborracharme, aunque eso me ayude a olvidar durante toda la noche, y mucho menos voy a liarme con ninguna de las chicas que nos encontremos.

Nada, que al final ha conseguido convencerme sin necesidad de tener que decir otra cosa. Quizá me venga bien desconectar un rato, puede que incluso esté de mejor humor luego, aunque no dure demasiado ese estado de ánimo... lo intentaré.

No voy con la intención de ligar, así que simplemente me pondré unos vaqueros, una camiseta blanca básica de manga corta, y unas botas negras. La chaqueta de todos los días y... a beber se ha dicho.

  • Sabía que vendrías -dice orgulloso en cuanto me ve bajar por las escaleras.
  • No me emborracharé. Ni loco voy a liarme con ninguna tía. Iré únicamente porque no te vayas solo y puedas volver a tu casa sano y salvo, así que no esperes que te agradezca el sacarme de casa -le digo muy serio.
  • Pero he conseguido que vinieras -se autoconvence de que eso es algo bueno.
  • Vale. ¿En mi coche o en el tuyo?
  • Erm... como veas, vas a tener que conducir tú -asegura, mientras se imagina la borrachera que va a pillar.

Bufo ante el comportamiento de Danny, pero tampoco le pediré más, él es así. Me pongo la chaqueta y cojo las llaves antes de salir. Espero a Danny que asegura no poder salir sin echar un meo y cuando me alcanza, los dos nos dirigimos al coche.

A veces me resulta insoportable viajar en coche con Danny. Unas porque se duerme y, sabiendo que llevo a alguien, estar en silencio me pone nervioso, y otras, porque no deja de cantar.

Hoy es una de las otras. Casualmente se sabe todas las malditas canciones que hay en la radio. He intentado varias veces apagarla, pero él no me deja, dice que antes de una noche como esta, necesita música.

Pero yo ya no lo soporto más. Apago la radio y, de no ser porque no me apetece tener que viajar sin música durante un par de semanas, la arrancaría de cuajo. Definitivamente mi humor ha cambiado demasiado...

Danny se queja de eso mismo, y me reprocha que si estoy así no tendría que haber venido, pero la idea ha sido suya, así que no le presto mayor atención, por lo que, cansado de hablar para sí, comienza a cantar.

Creo reconocer la canción que está cantando ahora mismo. No es difícil adivinar de quién es, está claro que de Bruce Springsteen, pero a veces me resulta complicado acertar la canción. Sin embargo, estoy casi seguro de que ésta es Dancing in the dark.

  • Aparca en cualquier lugar, ya encontraremos algún sitio al que ir -me dice.

Por una vez le haré caso, pero espero que no se acostumbre porque se llevará una decepción la próxima vez. Aparco en el primer hueco que encuentro y en el que cabe mi coche, ya que en los demás tendría que deshacerme del maletero para poder meterlo.

Ambos salimos del coche y comenzamos a caminar, sin rumbo fijo, por las calles oscuras de Londres. Caminamos en silencio, pero tampoco es demasiado incómodo, ni aterrador como una de nuestras canciones dice. Es... simplemente silencio.

  • Haz -rompe al fin Danny.
  • Dime.
  • Siento lo de antes, de verdad. Yo también le echo de menos, mucho, y eso que solo hace tres días que se ha ido... No quiero ni imaginarme lo que ocurrirá dentro de una semana, pero a lo que iba, que no tendría que haberlo mencionado. Sé que tú también le quieres mucho y la he cagado al nombrarlo. Perdóname si te he molestado, no era mi intención y en ese momento no he pensado demasiado en lo que decía.
  • No importa... Si en realidad tienes razón. De haber estado no habría dudado ni un momento en ir, pero no sé... es extraño estar sin él. Nos falta algo, obviamente, pero parece que el hueco que ha dejado es más grande de lo que verdaderamente es él en si -intento bromear.
  • Sí, por muy enano que sea, siempre será nuestro enano -dice y suspira.

Me alegra saber que el también le echa de menos, aunque creo que no habría hecho falta que me lo dijera para saberlo. Es obvio que le echamos de menos, todos lo hacemos, pero para él debe ser más duro ¿no? Si nos tiene que echar de menos a todos va listo...

Seguimos andando, nuevamente en silencio, pero no creo que esta vez vaya a romperlo Danny. Está inmerso en sus pensamientos. Pensamientos que son raros que tenga ya que rara es también la vez que piensa.

El silencio se ve interrumpido por el móvil de Danny, que comienza a sonar con la música que le tiene asignada a Tom. Hace días que no hablo con él... ¿qué debe ser de su vida? Bastará con que mire el twitter en un rato para saber donde se encuentra.

Danny lo coge, entusiasmado por la idea de que pueda unirse a nosotros, aunque esa ilusión desaparece cuando supongo que le dice que no puede ir. Y ahora pienso que es bipolar, vuelve a estar como antes y presta mucha antención a lo que Tom le cuenta.

  • Vamos, me ha dicho que está en... no sé donde, pero me ha dado la dirección y creo que puedo llegar -informa cuando cuelga el teléfono.
  • ¿Seguimos andando? -pregunto y él afirma- ¿Estás seguro de saber dónde es?
  • Sí, confía en mi por una vez en tu vida, anda -dice un tanto molesto.

Pues lo haré. Confiaré en él porque básicamente no tengo nada mejor que hacer y porque... al fin y al cabo es de fiar ¿no? La cuestión es que le estoy siguiendo. Ha girado en la primera esquina a la derecha, y ahora entramos a un local.

No puede ser. Tom no está aquí. No hace falta buscar más, es obvio. ¿Cómo va a estar en un bar de gays? Porque aquí no hay más que eso. No es que yo tenga nada en contra de ellos, para nada, pero Tom... Que no, que no está aquí y punto.

  • Danny, ¿qué coño es esto? -le pregunto acercándome mucho a su oído para que pueda oírme bajo todo el ruído, porque a esto no se le puede llamar música.
  • No tengo ni puta idea -murmura con los ojos como platos, mirando cada parte de ese lugar.
  • ¿No decías que sabías llegar?
  • Eso creía pero... me temo que no, a no ser que Tom... No. Me he equivocado -dijo todavía sin poder mirarme.
  • ¡Bien! Danny Jones ha aceptado por una vez en su vida que se ha equivocado -exclamo irónico.
  • Vale. Me he equivocado, sí. Pero es demasiado tarde para encontrar ahora a Tom... Voto por quedarnos, tomar un par de copas y... que me lleves a tu casa -dice muy rápidamente.
  • Yo voto por tomarnos las copas en mi casa -digo yo esperanzado.
  • Oh, venga, no nos van a comer... ¿o sí? -bromea y se echa a reír él solo.

Al final vuelve a convencerme. Tomaremos un par de copas, lo justo para poder acabar la borrachera en mi casa y no tener que estar mucho tiempo por aquí. Es... extraño que solo haya hombres.

Danny sigue mirándolo todo incrédulo, él que venía en busca de guerra y se encuentra con esto. Comienzo a reírme yo solo por la situación en la que nos encontramos, pero pido otros dos chupitos. Ya no sé cuantos llevamos, pero supongo que eso ahora no importa.

  • ¿Qué es lo que te hace tanta gracia, guapo? -escucho que alguien pregunta.

¿Se refiere a mí? ¿Yo soy ese guapo que se ríe? No, tiene que haber más gente aquí que se ría, no solo yo por la tontería de ver a Danny rodeado de tantos hombres cuando él lo que quería era liarse con todas las tías que fuera capaz.

  • ¿M-me-me hablas a mí? -tartamudeo mientras me giro para ver quién es el propietario de esa voz.
  • ¿Ves a algún otro guapo cerca?

Me mira demasiado sonriente como para transmitirme nada que no sea miedo. Podría fijarme en sus ojos que ahora me parecen verdes de nos ser por su enorme nariz, sorprendentemente más grande que la mía, que me impide ver otra cosa a parte de su... calvicie.

  • Erm... pues... yo... eh... No sé -respondo nervioso provocando su risa.
  • ¿De qué te reías? -pregunta, intentando no parecer algo que está: desesperado.
  • ¡Haz! -oigo que me llama Danny.

¡Mi salvación! Nunca me he alegrado tanto de escuchar a Danny llamarme. Le daría un beso de nos ser porque... no, no le besaría ni loco, pero me ha emocionado tanto que me llame que ha sido lo primero que he pensado.

  • ¡Dan! -le llamo yo también y sonrío como si la vida me fuera en ello.
  • ¿Sois pareja? -pregunta el hombre anonadado.
  • N...
  • Sí, ¿dónde te habías metido, cariño? Te he estado buscando -me corta Danny y al llegar a mi lado, palmea mi trasero, por lo que abro los ojos por la sorpresa.
  • Ups... perdón -se diculpa y se va a por otra víctima.
  • Joder Danny, vámonos YA -le digo, y comienza a carcajearse- No tiene ni puta gracia -digo esta vez muy serio.
  • Te equivocas, deberías haber visto tu cara -dice todavía descojonándose vivo- Y el otro que casi te come con la mirada -vuelve a reír como solo él sabe- Habría venido antes, pero tenía que guardar esa imagen en mi retina -me informa ya un poco más tranquilo, aunque sigue riendo.
  • Me parece muy gracioso, Jones. Ahora, vamos -casi ordeno.

Salgo del local como si me hubiesen metido un petardo por el culo y dejo a Danny que pague la cuenta, porque yo no pienso seguir un segundo más allí. Le espero en la calle de enfrente, por si acaso, y cuando sale, sale riendo de nuevo.

  • ¿Sabes que se ha acercado a mí porque me ha visto reír? -pregunto con tal de que se calle, y así hace, se queda con la cara más seria que le he visto poner en la vida.

Volvemos al coche sin decir nada, serios, y no vamos de la mano porque mira... No volveré a fiarme de éste, y eso me lo tengo que apuntar en un Post-it y pegármelo en la frente para no olvidarlo nunca.

  • ¿Te llevo a casa? -le pregunto cuando la conducción ya se hace imposible por el silencio.
  • No, hemos dicho que seguíamos en la tuya. ¿Tienes alcohol suficiente? -pregunta, solo preocupado por la borrachera que está dispuesto a coger.
  • No para tí -respondo sinceramente.

Podría llevar a otras cinco personas, sin incluírle a él, y acabar todos como cubas, pero Danny tiene un hígado de hierro, a prueba de bombas, y tienes que beberse por lo menos un bar entero de lo que sea para poder estar pedo.

  • Entonces tendremos que ir a mi casa -responde al cabo de mucho.

El pobre es lento... ¿qué se la va a hacer? Al final tengo que cambiar de rumbo porque ya estaba a mitad camino de mi casa, pero no importa, todo sea por olvidar esa sonrisa, o esa nariz, o ese pelo inexistente...

Llegamos por fin a su casa y, después de entrar y que los perros intenten matarnos al saludarnos, ya estamos los dos tumbados en el suelo del salón, rodeados de no sé cuantas botellas de tampoco sé el que.

Lo que sí se cierto es que ya la vista se me nubla y ya no siento ni las piernas. Por el contrario, Danny sigue bailando lo que él llama Break-Dance con una lata de cerveza en la mano. Pero eso no es lo increíble, lo increíble es que aún no a derramado una sola gota... de esa lata.

Quizá me equivoque, pero creo que estoy empapado de líquidos anteriores. No es cerveza... ¿o sí? Apesto a una mezcla de whisky, ron, vodka y algo que ya ni siquiera sé que es, aunque quizá solo sean esas tres cosas las que están haciendo que ahora se me revuelva el estómago.

Intento levantarme para poder ir a devolver, si llego, al baño. Pero fallo. Cuando creo que ya puedo correr hasta éste, Danny se pone en mi camino y caigo encima suya sin querer. ¿Por qué está siempre en medio?

Estamos muy cerca, demasiado para resultar cómodo. Desde esta distancia puedo contar todas las pecas que se forman en su cara, aun teniendo la vista como la tengo. También puedo apreciar como nunca he hecho sus grandes ojos azules.

Eh, eh, eh. ¿Qué estás haciendo, Harry? ¿Te estás fijando en Danny? ¡¿En Danny?! El alcohol no es bueno, y mezclarlo menos aún. Ya lo sé, no volveré a hacerlo. Advertiré a todos de que no lo hagan.

Tengo que quitarme de aquí, pero de un modo u otro, hay algo que me lo impide ¿El qué? Todavía no logro saberlo, pero me da miedo esto. Estamos muy borrachos, o al menos yo, y no sé lo que soy capaz de hacer.

Mañana no me acordaré de nada, pero la realidad es esta: estoy encima de Danny; estamos empapados de bebidas alcohólicas que no logro distinguir; nuestros rostros se separan por a penas centímetros.

Centímetros que Danny acaba de acortar. Sí. Sus labios presionan ligeramente los míos, y hacen que una rabia me recorra el cuerpo. ¡¿Se puede saber quién coño se cree para besarme?!

Me aparto de él de golpe y me levanto, pero vuelvo a caer por el mareo, aunque esta vez en el sofá. Miro incrédulo como se levanta sin ningún esfuerzo y se acerca nuevamente a mí, con una sonrisa que no trae nada bueno.

  • Avísame cuando no quieras seguir -advierte.

Pero yo no le avisé. Seguimos lo que nuestros cuerpos quisieron hacer. Sin importar las consecuencias. Sin importar los arrepentimientos. Sin importar la integridad de McFly, porque eso cambiaría por completo las cosas. Lo hicimos sin pensar en qué haríamos luego. ¿Se lo contaríamos a Tom? ¿Se lo contaría yo a Izzy? ¿Se enterarían las fans? ¿Qué haríamos después de aquella noche? Tampoco lo pensamos. Simplemente actuamos. Actuamos influídos por el alcohol, aunque parte de nosotros era totalmente consciente de lo que hacía. Actuamos porque nos dió la gana, porque queríamos, porque nos apetecía. No pensamos en nada más que en nosotros y nuestro placer.





¿Y bien? Espero comentarios, ya dándome calabazas o criticándome que haga esto, pero los espero, al igual que los votos :)

lunes, 18 de julio de 2011

The last song.


¡Hoy comenzamos la gira 'Above the noise'! Estoy emocionado por esto, y es que estoy con energías renovadas. Como si me hubiesen metido una descarga eléctrica. Además es también el primer concierto del año para mí.

Ya estamos en el autobús, de camino a Wembley. Un primer concierto en Wembley... Me encanta. Hemos conseguido venderlo casi todo, y eso me hace sentirme orgulloso, de mí y de McFly en si.

Esto es algo grande, muy grande, y poder disfrutarlo con los tres mendrugos que tengo como amigos, lo hace también especial, muy especial. ¿Quién me habría dicho a mi con quince años que algún día llegaría hasta aquí?

Me encuentro en el sofá, espatarrado de cualquier forma, y también medio echafado por Harry. Estamos jugando al 'Tekken' y es la primer vez que le gano tantas partidas seguidas.

¿Es el estado de ánimo lo que ayuda a ganar? Porque si es así Harry debe estar siempre pletórico... excepto hoy. Le he ganado demasiadas veces para ser normal. ¿Y si le ayudo a ganar?

¿Yo ayudar a ganar a Harry Judd? Suena irónico, pero quizá así logro que bromee un poco, porque hace un par de horas que no lo escucho reír, y esto es raro. Muy raro tratándose de él.

  • ¡Por fin! -exclama Harry cuando me gana y alza los brazos en señal de victoria.
  • Podría haberte dejado por los suelos, que lo sepas -le advierto.
  • Sí, Doug, sí. Tú sigue soñando que así todo es más bonito -se burla, y yo le pego una patada. No sé donde a caído, pero gime de dolor.
  • No estaba soñando, gilipollas -digo molesto.
  • ¿Cuánto? -se limita a preguntar Danny en cuanto aparece.
  • Poynter 6 – 1 Judd -informa Tom.

Creí que estaba dormido, o algo de eso por el silencio, pero va a ser que está aprendiendo a ser tan sigiloso como Marvin, Leia o Aurora. Está medio tumbado en el otro “sofá”, con el iPad en sus manos. Puedo apostar un millón a que está en twitter.

  • Guau -murmura Danny- Vaya paliza, Haz -dice mientras palmea su hombro varias veces.
  • Ni que lo digas. Dougie, yo ya estoy harto -informa.
  • ¿Harto de perder? -bromea Danny.
  • Será eso ¿Quieres jugar tú? Creo que el enano está en racha -bromea Harry.
  • Venga. Voy a demostrarte lo que es un hombre -dice mientras le arrebata el mando de la Play Station.

Al final resulta que un hombre es aquel que pierde unas nueve veces contra el Capitán Dougwash, aunque sin dejar de intentar una y otra vez ganar cuando se ve que ya es imposible. Hoy no hay nadie que me gane y punto.

  • Dan, retírate -le aconseja Harry.
  • ¡Una polla! Venga, otra -dice éste picado.
  • Tío, que luego no rindo -me quejo.
  • ¿Se puede saber en qué tienes que rendir tú? Que Harry ya sabe que has perdido facultades -se burla, así que estiro mi brazo y le pego un puñetazo en la pierna, ya que ahora estamos los dos sentados.
  • ¿Te recuerdo que hoy es el primer concierto? -le pregunto intentando no perder la concentración.
  • Oh, ¿es por eso? Tranquilo, las fans te querrán igual.
  • Que te follen, Dan -me limito a decir, y le pego el último golpe, dejándole K.O.- Se acabó, ya no juego más.
  • Pues va a ser verdad que estás en racha... -murmura decepcionado, y hace que Harry comience a carcajearse.

Que bien se siente uno al ganar... ¿dieciséis veces? ¿Dieciséis veces de diecisiete? Esto es increíble, lo inimaginable. Joder con el puto concierto... me está dando energías increíbles. Después de hoy, nadie podrá superarme, lo intuyo.

Ya estamos en el backstage, y se notan los nervios a flor de piel. Es el primero. El primero de una nueva gira. Una nueva etapa. El cambio es muy grande, pero también pondremos canciones de las antiguas. Quizá eso ayude...

Como recuerdo que una vez dijo Harry en un programa español, el sonido ahora es más 'sexy'. Sí. Todos nos hemos vuelto sexys, y todo lo que hacemos es sumamente sexy, y a las fans es lo que más les gusta, supongo.

  • ¿Lo tienes todo, Doug? -me pregunta Tom.
  • Todo -aseguro yo.
  • ¿Bajo?
  • Listo -digo acariciándolo.
  • ¿Guitarra para Tranny?
  • Lista -digo señalándola, apoyada en la pared.
  • ¿Púas?
  • Listas -digo recordando que las he dejado donde siempre.
  • ¿Auriculares? -llevo las manos a mis orejas.
  • Listos.
  • ¿Zapatos?
  • Listos -digo asegurándome de llevarlos antes.
  • ¿Ropa interior? -abro los pantalones con tal de comprobarlo.
  • Lista.
  • ¡Muy bien, Dougie! -exclama emocionado por ser la primera vez en no olvidarme nada.
  • Estás madurando -bromea Harry al pasar por mi lado.

Madurando dice... ¡Já! Esto es solo por ser el primer concierto, después me olvidaré de los gayumbos seguro, aunque dudo que eso les importe a las que nos vayan a ver... Pero Harry se enfadaría conmigo por enseñar lo que asegura que es solo suyo.

  • ¡Danny! -grita Tom al no verlo por ningún lado. Justo en ese momento la puerta del baño se abre, mostrándonos donde está.
  • Listo -asegura subiéndose la bragueta, y consigue que Tom bufe.

Ya está. Dos minutos. Solo quedan dos minutos para salir... ¿Me dará tiempo a potar? Estoy muy nervioso, y tengo que comenzar a pegar mis ya peculiares saltitos para comprobar que sigo teniendo las piernas.

Euforia. Ese es mis estado en estos momentos. No puedo dejar de cantar, aunque a mí no me toque. Gritar, aunque sean las de abajo las que se supone que lo hacen. Saltar, aunque corra el riesgo de caerme por segunda vez.

Estoy seguro de que no podría estar mejor. No quiero parar. Puedo seguir. Me quedaría aquí horas, días... y no me cansaría. Tocaríamos veinte veces nuestras canciones, y luego comenzaría con las de Blink-182, y luego Danny cantaría de Bruce, y Tom de The Who, y Harry... nos destrozaría los tímpanos intentando versionar a The Beatles.

No puedo evitar hacer la broma de decir que, aunque se llame así, la canción que vamos a tocar no es la última, ya que si no voy equivocado, todavía nos quedan cinco más, y una de ellas, la única que toco con la guitarra.

Las miles de personas que allí se agolpan se echan a reír ante mi comentario, incluso puedo escuchar las risas de los tres que me acompañan en el escenario. Pero no me importa, yo igual de feliz por estar aquí.

Lo hemos conseguido. Hemos llenado el recinto. ¡Wembley! Eso no lo hace cualquiera, pero nosotros lo hemos hecho, aunque lo nuestro nos ha costado. Muchas años de gran... ¿esfuerzo?

Todas comienzan a chillar cuando escuchan los primeros acordes de la canción que acabo de anunciar, y después intentan seguir a Danny en lo que no llega a ser ni afinar como suele hacer Harry.

La canción sigue, y la euforia con ella. Ya estamos en la recta final, y puedo vislumbrar a chicas que, aunque les haya intentado tranquilizar diciéndoles que no es la última canción, lloran. No sé si de emoción o de qué, pero lloran.

Solo queda el último párrafo. Lo último que le he escuchado cantar a Tom a sido: If this is the last song I'll ever sing. Then I'm giving it everething. I'm giving it all. Pero ya no escucho nada más.

¿Y la batería? Todavía no tiene que acabar. ¿Se ha equivocado? No, se sabe la canción como si él mismo la hubiese compuesto, nunca se equivocaría, y menos hoy. En Wembley, el primer concierto de la gira. No.

El bajo también se para, y es que estoy demasiado asustado como para seguir, o mirar hacia atrás y comprobar que debe estar haciendo alguna de sus tonterías. Las guitarras también paran, y con ello la voz de Tom.

Les miro. Una y otra vez. Danny. Tom. Danny. Tom. Público. Danny. Tom. Batería. ¿Dónde está? ¿Dónde coño se ha metido este gilipollas? Suelo. Ahí está. No. No puede ser. No puede ser. Esto tiene que ser una maldita pesadilla, no puede ser verdad.

Me deshago del bajo y lo tiro para correr hasta él. No sé que le pasa. Estaba bien. Había bromeado conmigo. Me había matado a cosquillas. ¿Qué le había pasado ahora? ¿Por qué a él?

  • ¡Harry! -grito en cuanto lo veo inmóvil.

Mis piernas fallan. Caigo de rodillas a su lado y comienzo a zarandearle, sin saber qué otra cosa hacer para que, por lo menos, me diga que canto de pena, o lo que quiera hacer, pero me tiene que responder. Tiene que hacerlo.

Veo que Tom y Danny también están ahora a mi lado, pero me importan bastante poco. Solo puedo pensar en lo que le ha ocurrido. No dejo de zarandearle, y comienzo a pegar puñetazos contra su pecho.

Tom me hace apartarme de él. Los médicos han llegado rápidos, pero no me importa. Intento deshacerme del abrazo de mi amigo, pero resulta en vano. Ahora también le ayuda Danny, pero quiero que me suelten.

Comienzo a patalear. ¡¿Por qué no me dejan?! ¡Serán gilipollas! ¿No ven que Harry está mal? ¿No lo entienden? Mis ojos comienzan a anegarse de lágrimas, pero no puedo evitarlo.

Está allí. Tumbado. En el suelo. No se mueve. No habla. No... respira.


No pude hacer nada. No me dejaron. Quise intentarlo, pero no funcionó. No volvió a respirar. Su corazón dejó de latir. Mi vida dejó de tener el poco sentido que le quedaba.


Me he negado a vestirme de negro. No lo haré. No seré uno de los que acepte lo que a ocurrido. No. Pienso ponerme mi camiseta de Zukie, la más chillona que tenga, porque los pantalones sí serán los que llevé ese día.

Los rotos pantalones negros que llevé en Wembley. También las Vans azules que llevé ese día. Tan solo cambiaré la camiseta, y me pondré una simple chaqueta vaquera. No me pondré elgante por él.

No lo merece. Me ha dejado solo. No le han importado en absoluto mis sentimientos. Lo que sería yo capaz después de lo ocurrido. No se ha preocupado en despedirse, y las últimas palabras que recuerdo que me dirigió son: 'No te equivoques, enano' acompañado de una sonrisa.

Pero eso no me alivia. No volveré a verle sonreír. Dejaré de escuchar su risa. Tampoco podré volver a abrazarle. No podré volver a... verle a mi lado, saber que nunca me dejará, porque ya lo ha hecho.

Se ha ido, sin previo aviso. Me ha dejado solo. No tengo nada por lo que luchar. No quiero hacerlo. Si ahora estuviera aquí, me pegaría una hostia y me diría que reaccionara, que no dijera gilipolleces. Pero ya no está...

Unos golpes en la puerta me despistan. Ojalá fueran más fuertes. Ojalá tuvieran el ritmo que siempre le ponía él. Ojalá pudiera volver a escucharle llamar a mi puerta de esa forma, para saber que es él.

  • Dougie, tenemos que irnos -me avisa Tom.

Me limito a asentir y alzo la cabeza para verle ahí. Él si que se ha puesto traje, aunque no entiendo para qué. Pocas son las veces que le veo así, ni siquera cuando vamos a alguna premier, o a recoger premios.

Bajo a desgana los dos pisos y allí me encuentro con Gi. A veces me mira como si fuera mi madre, e intenta pedirme perdón por cosas de las que no tiene la culpa. Qué suerte tuvo Tom de encontrarla...

Supongo que no le importará que le abrace, así que lo hago. Me acoge en sus brazos como si ella también lo necesitara. No era tan solo para mí una persona importante, y ya me lo han demostrado muchas a lo largo de estos dos días.

Los tres nos metemos en el coche y nos dirigimos a... su despedida. Eso es lo que me ha querido hacer entender Tom, pero yo sé que simplemente es su funeral. Por muchas palabras bonitas con las que se adorne, no deja de ser un asqueroso funeral. El funeral de mi amigo.

Me limito a mirar por la ventanilla durante todo el rato. Un nuevo día lluvioso en Londres. Pero no es para nada la mitad de lluvioso que mi interior. Un interior vacío, pero lluvioso a la vez. Qué asco.

En el coche reina un silencio aterrador. Sí. Como mi canción. Esa canción que dudo que pueda volver a tocar. De hecho, no creo que sea capaz de volver a coger un bajo, ni tampoco una guitarra.

Ya hemos llegado. Se supone que ahora tendría que salir del coche, pero no puedo. Mis piernas no responden, y mi cerebro me dice que él tampoco lo hará. Se acerca la hora del adiós, pero yo no quiero decírselo. No puedo.

Nos encontramos con Danny y me fundo en un abrazo con él. No es que me comprenda del todo, pero él y Tom son los que más se acercan a comprender mi pésimo estado de ánimo.

Caminamos todavía abrazados hasta que encontramos al inmenso círculo de gente. Allí ya se encuentran Izzy, su madre, el padre, su hermana Katherine y toda su familia. La mayoría llevan gafas, intentando ocultar sus lágrimas.

Yo no haré eso. No ocultaré que le echo de menos. No pienso engañarme más a mí mismo. No lo puedo soportar. Sé que ya se ha acabado todo, y, aunque todavía sea incapaz de aceptarlo, no me esconderé por ello.

Estoy aquí ¿Estarán contentos, no? Lo han conseguido. Me han traído en contra de mi voluntad y aquí estoy. Muriéndome por dentro. Intentando mantenerme en pie, aunque me cueste la vida.

Llega el momento en el que la gente le dirige unas palabras de despedida, pero yo no pienso hacerlo. Dejaré que lo haga Tom, que lo haga Danny, que lo hagan Izzy, Gio y su familia, pero yo no pienso decirle adiós. No.

  • Lo cierto es que no existen palabras para despedirle. Desearía no haber tenido que hacer esto nunca, pero aquí estoy, diciéndole adiós a una de las mejores personas que han existido nunca. Le echaré de menos, mucho. Todos le echaremos de menos. Sería imposible no hacerlo... -comienza Tom, y su voz ya se quiebra- Nunca olvidaré el primer día que le vi. En cuanto le escuché tocar, supe que él era, de algún modo, el elegido. Y no me equivoqué. Tampoco me arrepiento. No podría haber tomado una mejor decisión. He compartido muchos de los grandes momentos de mi vida junto a él, y no podré olvidar ninguno -hace una pausa, recordando todos y cada uno de esos momentos- Este no puedo incluírlo en uno de los mejores, pero nunca olvidaré esa vez en la que se le ocurrió despertarme de un profundo sueño, grabando el momento incluso. Le odié por unos momentos, pero... no pude hacerlo durante mucho tiempo, y me convenció para ir a por Dougie -levanto la vista en cuanto le escucho nombrarme, y el intenta sonreírme, aunque las lágrimas no le dejan hacer más que una mueca- Tampoco podré olvidar los días posteriores a la grabació de 'I wanna hold you'. Estuvo realmente pesado. No hacía más que hablar de una tal violinista que necesitaba volver a ver. Deseaba que el vídeo hubiese salido mal, que se hubiese borrado, y todo por volver a ver a esa tal Izzy Johnston -la nombrada, rompe en lloros al oírle decir su nombre, y se abraza a Gi, quien también está llorando- Aunque supongo que de eso no le puedo culpar. Yo también he debido de estar igual de pesado durante toda la vida -intenta bromear- El día en que lo vi aparecer en el estudio vestido de Tigger... simplemente fue inolvidable. Creo que estuve riendo durante toda la tarde, aunque estoy seguro de que eso no habría ocurrido de no ser por la influencia de Winnie de Pooh -esta vez no le miro, prefiero recordarlo en mi mente, cada uno de los momentos que él a mencionado- Por supuesto, esos no son ni la mitad de los que podría decir, pero temo pasarme siete nuevos años contando todo lo que hemos vivido juntos. Así que ahora me limitaré a decirle adiós a una de las personas más increíbles que he conocido en la vida, y diré que sin él ya nada volverá a ser como antes. Nada -rompe a llorar y se abraza a Gi, su gran apoyo.

¿Y a quién tengo yo? ¿Quién es ahora mi apoyo? Ya no lo tengo. Está metido en esa maldita caja de la que, cuando la cierren, nunca volverá a salir. Me he quedado sin nada, y nadie me comprende. Nadie.
Parece que ahora va a hablar Danny, pero se está secando las lágrimas que ha estado derramando durante el discurso de Tom. Es muy raro ver a Danny llorar, han sido muy pocas las veces que lo he visto. Las puedo contar con los dedos de una mano, y me sobran.

Una de las veces que lo he visto de ese modo fue cuando fuimos hace ya mucho tiempo a Uganda, donde grabamos el vídeo de 'You've got a friend', pero supongo que esa no cuenta porque todos los que quieran pueden verlo.

  • No sé porqué dejo hablar primero a Tom, ahora ya no sé que decir... -murmura- Es cierto que no hay palabras para despedirle, pero tampoco las hay para describirle. Si fuera tía me habría liado con él hace ya tiempo, y no le habría pedido permiso a su mujer -intenta bromear refiriéndose a mí como a mujer. Es Danny, es obvio que quiera vernos sonreír pero... en estos momentos uno no es capaz de hacerlo- Le envidiaba en muchos aspectos. Puede parecer estúpido, pero en cierto modo envidiaba la forma que tenía de ver las cosas. Pensaba todo lo contrario que yo y... las cosas le iban de puta madre. Supongo que el destino es caprichoso, y nos lo ha querido quitar. Se lo ha llevado porque sí, sin pedir permiso a las personas que le querían, aunque supongo también que nosotros no podíamos influir de ninguna manera en lo que le ocurriera. Por mucho que hubiéramos decidido cancelar ese maldito cancierto, habría ocurrido lo que ha ocurrido -lamenta, e intenta contener unas lágrimas que vuelven a luchar por salir de sus ojos- Duele mucho tener que recordarle, preferiría no tener que hacerlo y tenerlo a nuestro lado, pero por desgracia ya no hay marcha atrás. Solo puedo añadir otra cosa, y es que ojalá yo hubiera podido acabar de la misma forma que él. Porque murió haciendo lo que más le gustaba -acaba y rompe también en llanto.
  • ¡No! -grito yo- No, no, no ¡no, joder! ¿No os dais cuenta? Esto es una puta broma. Quiere vernos así. Sentirse querido porque poca gente se lo ha demostrado en todo el tiempo que lleva aquí. Es mentira. Nos está mintiendo. Ha querido interpretar 'Nowhere left to run' de nuevo, pero no le va a salir bien. Ahora mismo se va a levantar y me va a dar la razón. Volverá a respirar. Su corazón reanudará su latido. Reirá en cuanto nos vea la cara. Volverá a tocar la batería como él sabe. Si hace falta tendrá una noche de sexo desenfrenado con Izzy, o conmigo. Lo hará para que nos creamos que esto es una maldita pesadilla. No puede ser real ¿no lo entendeis? ¿Por qué os limitais a conformaros? ¡Reaccionad, coño!
  • Dougie, tranquilízate -me dice Tom, abrazándome por los hombros.
  • ¡No me tranquilizo! -vuelvo a gritar y lo empujo con toda mi fuerza, apartándolo de mí.


Me arrepentí al instante de haber salido corriendo de ahí, dejándoles a todos más dolidos si se podía por mi comportamiento, pero es que no lo entendían. Creían que un mundo sin él podía continuar y se equivocaban.


No. Nada volverá a ser como antes. Tom tenía razón. Aquí estoy yo. Dispuesto a hacer algo de lo que nunca me había creído capaz. No entiendo como un sitio tan concurrido normalmente, esté tan vacío hoy, pero lo agradezco.

¿Que dónde me encuentro? Estoy en el lugar donde le conocí. Donde le vi por primera vez. Donde supe que mi vida ya no sería la misma con él. Pero me acabo de dar cuenta de que tampoco es lo mismo si no está.

Hace meses que no veo a nadie. Alquilé un piso a las afueras de Londres, y desde entonces ese ha sido mi “hogar”. No sé nada de ellos, pero tampoco es que ahora quiera preocuparme mucho.

Acordarme de sus rostros, sus gestos, sus bromas, sus juegos, sus idioteces, sus consejos... Lo tiraría todo por la borda. Ya no haría nada de lo que estoy convencido que debo hacer, y no puedo permitirme estar así un día más.

Los mismos meses que llevo sin verles, son los meses que llevo sin escuchar música. Sin tocar un bajo, ni una guitarra. Sin querer poner la radio por miedo a escuchar esa batería que hace tanto que no escucho.

Esa batería y ese batería que tanto echo de menos. Por muy lejos que me vaya, siempre me acordaré de él. De su rostro, de sus gestos, de sus bromas, de sus juegos, de sus idioteces, de sus consejos...

Ya no volverá a hacerme reír con cualquier gilipollez que se le pase por la cabeza. No volverá a intentar torturarme cuantando la primera canción que le venga a la mente. No volverá a hacer nada, porque hace ya cuatro míseros meses que no está.

No me hicieron caso. Lo encerraron y se deshicieron de él. Nadie le dio una segunda oportunidad, y espero que hagan eso mismo conmigo. No quiero segundas oportunidades si él no las tiene. No quiero una vida sin mi 'fucking drummer'.


Decidí no volver a pensar, ni en él, ni en ellos, ni en todas las personas que me demostraron alguna vez que me querían. Mi familia... No, no podía permitirme recordarles. Eso me echaría hacia atrás.

No alargué más al momento.

Estaba en el lugar exacto donde le conocí, hacía exactamente ocho años. Sostenía en mi mano la cuchilla con la que me enseñó a afeitarme, y al principio me asaltaron las dudas, pero después actué por las emociones que quería dejar de sentir.

Odiaba sentirme tan solo, tan vacío, sin compañía alguna, básicamente porque ninguna compañía que no fuera él merecía la pena, pero esperé con toda mi alma encontrármelo donde quisiera que estuviera.

Hice varios cortes en mi muñeca izquierda, en la que recordaba aquel absurdo tatuaje que él tenía y dejé que la lluvia se llevara el rastro de mi decisión.

Comencé a olvidarlo todo. Todo. Pero lo que más costó de hacer fue la última vez que lo vi sonreírme. La última noche. El último concierto. El último suspiro antes de comenzarlo. El último latido. La última canción...

viernes, 15 de julio de 2011

Hey!

Supongo que ya conoceis mi afición por escribir sobre McFly. Para los que no lo sepais, podeis haceros una idea de lo que escribo con My beautiful reward (http://crazymcflyer.metroblog.com/) o The way you make me feel (http://icantstopdigging.metroblog.com/) aunque tengo que decir que he mejorado mucho no, muchísimo desde que comencé con MBR. No es que quiera presumir, pero sinceramente antes odiaba lo que escribía y no podía entender como había gente que lo leía y ahra... me gusta y todo (?). Además hay gente de la que me fio mucho y que para mi su opinión es muy importante, que me ha dicho que lo hago bastante bien, y que como ya os he dicho, he mejorado mucho.

Sé que puede que haya cosas que no os gusten, pero espero que os guste algo, porque sino voy lista... ante todo, quiero pediros por adelantado que comenteis lo que os parezca. Si no teneis Blog también podeis encontrarme en twitter (http://twitter.com/#!/ursulamartin), en facebook (Úrsula Martín Vidal), y en mis dos tuentis: el personal (Úrsula Martín) y el famoso (Gaga Poynter Piqué)

Bueno... supongo que eso es todo. Antes de nada, deciros que aquí será donde suba todos los One Shoots (historias de un solo capítulo, aunque quizá haya algunas que las suba en dos partes por ser muy largas) y me estoy pensando el subir aquí también el Pones que tengo entre manos, aunque creo que optaré por hacer uno única y exclusivamente para él, porque me gusta mucho y son bastantes más capítulos.

Y dicho esto... ya me puedo despedir. Simplemente espero que os guste y... que no sé cuando voy a comenzar a subir, pero intentaré que sea dentro de poco. Os avisaré por todas las redes sociales, para que os podais enterar.